¿Qué restos orgánicos podemos usar?
Plantas del hurto o jardín.
Estiércol de vaca o caballo, evitar los desechos de perros y gatos.
Ramas trituradas o troceadas procedentes de podas (hasta unos 3 centímetros de grosor).
Hojas caídas de árboles y arbustos.
Césped (en capas muy finas y previamente desecadas).
Restos de frutas y hortalizas.
Restos orgánicos de comida en general.
Cáscaras de huevo (mejor trituradas) y de frutos secos.
Servilletas y pañuelos de papel (no impresos ni coloreados); mejor reciclarlos.
Restos de vino, vinagre, cerveza o licores.


¿Cómo emplear el compost?
Materiales sin ferminar o recién amontonados: No están en condiciones de incorporarse al ciclo de nutrientes de la tierra o las plantas. Pero pueden servir como acolchado de la tierra o del propio compost maduro, y con el tiempo y la actividad de los microorganismos se irá incorporando al proceso de humidificación. Es el momento de mayor presencia de nutrientes y también el de menor asimilación de los nutrientes para los suelos y las plantas.

Material o compost fresco: Puede tener algunas semanas o meses pero en él se puede apreciar la actividad de microorganismos como lombrices y otras especies. Este compost joven no tiene por qué desprender malos olores, debe ser empleado específicamente en superficies, tiene un valor fertilizante elevado y favorece a los microorganismos del suelo. Nunca se debe enterrar y según las condiciones ambientales conviene  protegerlo con un acolchado en sus huertas.

Compost maduro: Puede tener de entre varios meses a un par de años. Apenas se apreciará presencia de lombrices y los restos orgánicos ya  no son reconocibles por que están perfectamente descompuestos. Tienen una estructura homogénea, un olor agradable y un calor prácticamente negro. Se puede emplear en cualquier tipo de planta si riesgo de producir inhibiciones u otro tipo de efectos negativos en su crecimiento. Su poder fertilizante es inferior con respecto a un compost joven, puesto que muchos de sus elementos han desaparecido en el proceso de descomposición. Su uso es muy adecuado en tierras arcillosas y puede emplearse en cobertura o ligeramente mezclado con las capas más superficiales de la tierra.

Usar piezas graficas del manual

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