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Pincipales lineas de trabajo
1. El Libro: Promoción y animación a la lectura
Lector es una persona capaz de dialogar críticamente con diversos textos que circulan socialmente, y de tomar posturas frente a ellos, valorarlos e integrarlos en un mundo mental propio; lector es alguien habituado a leer libros, para quien los textos significan un desafío permanente, y que acepta ese reto y no se amedrenta ante los primeros obstáculos que le plantean.
Se suele pensar que la lectura es una actividad exclusiva de algunas pocas personas, sin darnos cuenta de que a cada momento de nuestra existencia estamos leyendo y escribiendo constantemente nuestra realidad cotidiana, nuestra historia de vida.
Hoy leer no sólo es un derecho ciudadano de todos, sino un factor de sobre vivencia linguística en un mundo donde miles de emisores lanzan intermitentemente mensajes esperando encontrar receptores o lectores que acepten el contenido de esos mensajes: se leen en el hogar los empaques de alimentos y drogas que nos aseguran salud; en la calle, miles de pancartas, avisos, graffitis que quieren informarnos o convencernos; en colegios, institutos y universidades, libros de autores que nos instan a creer en determinada técnica o ideología; se lee la televisión con sus noticieros repletos de intereses, sus realities que nos invitan al nihilismo o a la fuga, y se lee Internet, que integra todas las formas de comunicación anteriores y anuncia promisoriamente la posibilidad de aprehender el mundo a través de una pantalla. Esto indica entonces que debemos tener un cuidado especial con la información que reconfiguramos de una u otra forma en nuestra mente, en pro de mantener en la gran mayoría de los casos un pensamiento crítico y contestatario.
La lectura es una actividad integradora, común a nuestra cotidianidad, un ejercicio que permite ampliar nuestro horizonte de expectativas frente a las dinámicas del mundo contemporáneo. Es un espacio en el que se nos permite conocer, contemplar y explorar nuestro entorno, ensanchando nuestra capacidad de interpretar los fenómenos que mueven el mundo, además de que funciona como dinamizador en las relaciones interpersonales, y de una u otra forma construye y fortalece nuestra identidad.
2. Lenguaje y pensamiento
Teniendo en cuenta que el lenguaje es la representación del pensamiento y de que el pensamiento no sólo se refleja en el lenguaje, sino que lo determina, es oportuno establecer una memoria que nos permita entrever de manera amplia esa relación o correspondencia que existen entre esos dos elementos, pues es en últimas lo que configura nuestra realidad, nuestro entorno, nuestra cultura, nuestra identidad. Y al tener conciencia de la movilidad de esas dos vértices, tendremos muchos más insumos para fortalecer y afianzar el conocimiento de nosotros mismos, de nuestro contexto, del mundo que habitamos.
3. Construcción de identidad
La experiencia cultural del ciudadano viene hoy definida fundamentalmente por las oportunidades de participación en su entorno comunitario inmediato. La proximidad de núcleos abiertos de creación, difusión y conservación del patrimonio cultural determina en gran medida los hábitos y sensibilidades de cada persona. Por tal motivo, abogamos por la recuperación de la memoria colectiva, nuestras raíces, nuestra tradición, para así adquirir mayor sentido de pertenencia con el espacio que habitamos. La Cali que soy, la Cali que somos, la Cali que habitamos. Observando el pasado a través del presente y viceversa.
4. El diálogo intercultural
“La riqueza de nuestro acervo cultural no data tan sólo de 1492. Se prolonga desde las civilizaciones indígenas del hemisferio, se proyecta desde las civilizaciones africanas trasladadas en barcos esclavistas a América, y abarca, en su componente europeo, no sólo la cultura ibérica, sino, a través de ella, el legado griego y romano, judío y árabe, del mundo mediterráneo (...) Estamos hablando de una civilización inmensamente rica, plural, “cósmica” ”.
(Carlos Fuentes; Pr?logo para el libro “Educaci?n, la agenda del siglo XXI; PNUD/TM Editores).