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Un lote de 5.000 metros cuadrados ubicado en la comuna 19, concretamente en el Cerro de la Bandera, fue adquirido por la Alcaldía de Cali por 775 millones de pesos para construir el Centro de Vigilancia, Control de Zoonosis y Protección Animal, conocido popularmente como el Coso Municipal.
Dicho lote, que fue buscado durante 13 años, cumple con los permisos y exigencias del Plan de Desarrollo, el Plan de Ordenamiento Territorial y el Concejo, regulados por la Ley 769 de 2002 y además está aislado de la comunidad.
“El objetivo de este centro es curar a los animales que resultan heridos o están enfermos en la calle y no tienen doliente, pero sin afectar la salud de los humanos ni las condiciones ambientales del sector, lo cual es nuestra responsabilidad como autoridad sanitaria”, indicó el secretario de Salud, Alexander Durán Peñafiel.
Ante las inquietudes de la comunidad, el funcionario argumentó que el diseño contará con todas las especificaciones técnicas como aislamiento para mitigar impactos por ruido, cuartos fríos para almacenar animales fallecidos, manejo integral de residuos y una zona de protección ambiental.
“Aquí no habrá hornos crematorios ni será un cementerio de animales; el proceso de cremación se hará externamente con proveedores que cumplan con todas las especificaciones técnicas y ambientales para este fin”, recalcó el médico Durán Peñafiel.

Cabe señalar que el lote no está sobre la vía, sino alejado de las edificaciones y en zona montañosa mitigada con vegetación. De los 5.000 metros cuadrados de extensión, solo se utilizarán 800 metros cuadrados para la infraestructura, siendo los restantes 4.200 metros cuadrados una zona de amortiguación.

Paradójicamente, un proyecto que busca garantizar la salud de una ciudad de más de 2.5 millones de habitantes, ahora debe superar otro escollo: el inconformismo de un sector de la comunidad de la comuna 19 que se opone a la construcción del centro de bienestar animal por considerarlo inadecuado, por diversas razones, para operar en su vecindario. Sin embargo, otros están a favor.
Julio Cesar Lozano, vecino del sector y profesional del área ambiental con experiencia en procesos de interventoría en proyectos de este tipo, indicó que hay que pensar en que este centro será una opción de vida para los animales, lo cual puede contribuir a la reducción del maltrato y la erradicación de enfermedades.
Entretanto, Liliana Beltrán, presidente de la Junta de Acción Comunal JAC del barrio Cañaveral, dijo que le preocupa la posible contaminación por ruido, la movilidad en el sector y la concentración masiva de animales.
No obstante, el secretario de Salud ha propiciado dos reuniones para explicarles a los vecinos la importancia de este proyecto pero igualmente para escuchar las diversas posiciones frente al mismo y tratar de concertar.

Según uno de los vecinos asistentes a la segunda reunión, la comunidad no tiene argumentos de peso para oponerse a la construcción del Coso, pues se basan en rumores y suposiciones como que van a llevar al sitio animales de toda clase, van a dejar perros muertos en la vía, se va a congestionar el tráfico hacia el sector, los olores y el ruido van a ser insoportables, etcétera, etcétera, pero son solo temores que se convierten en vox populi y torpedean las buenas acciones que hace la Alcaldía en beneficio de la comunidad.
A este respecto, el médico Alexander Durán manifestó: “Cabe anotar que nuestra función como autoridad de salud no es la de crear albergues de animales, sino la del control de enfermedades zoonóticas que potencialmente pueden generar peligro para los humanos”.
PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES ZOONÓTICAS:
La rabia es considerada como la primera enfermedad transmisible de los animales al hombre.
En Colombia se empezaron a diagnosticar casos clínicamente comprobados en la mitad del siglo 20, en un 95 por ciento a causa de perros infectados con el virus y en la década de 1957 a 1967, el país reportó 656 muertes de personas que habían sido infectadas, ubicándolo en el primer lugar en Latinoamérica.
En Cali las alarmas se encendieron a mediados de la década de los años 60, cuando presentó uno de los mayores brotes de rabia canina, con un registro de más de 30 mil animales infectados y un problema de salud pública que amenazaba a la población.
Años después, con la cercanía de los Juegos Panamericanos de 1971, se crearon los primeros centros antirrábicos, encargados de los programas de vacunación y recolección de animales. Desde ese entonces la situación ha estado controlada pero ha presentado algunas variables y por eso la alerta se mantiene por ser esta ciudad un epicentro de inmigración de personas que suelen llegar desde muchos lugares del país, en ocasiones cargando consigo sus propias mascotas. La rabia, y otras enfermedades transmisibles de animales a personas, son una potencial amenaza para la población.
En 1986, estos centros se convirtieron en lo que actualmente conocemos como el Centro de Zoonosis de Cali, encargado de implementar las jornadas de vacunación preventiva, brigadas de salud y observación de potenciales animales agresores.
Paralelamente a este proceso, las autoridades del Municipio se dieron cuenta que Cali necesitaba un centro de albergue transitorio, llamado coso municipal ya que actualmente no existe la posibilidad de aplicar la norma cuando se requiere la retención o decomiso de animales por riesgo de zoonosis o maltrato. Esto debido al alto número de animales callejeros o mantenidos en condiciones desfavorables.
LA NECESIDAD DEL COSO:
Hace 13 años, la adecuación del Coso municipal fue incluida en el banco de proyectos de la Secretaría de Salud con un presupuesto de 157 millones de pesos. Comenzó entonces la evaluación de los posibles lotes que cumplían con los requerimientos técnicos para construirlo, pero empezaron a surgir problemas.
Algunos de los terrenos estaban en extinción de dominio, otros se inundaban o estaban dentro del margen de protección de algún río y en varios el POT no lo permitía.
En el año 2008 el proyecto quedó incluido en el Plan de Desarrollo, pero no estaba financiado y en el 2010 comenzó el estudio de pre factibilidad. Finalmente, en el 2011, una sentencia judicial ordena al Municipio la construcción del centro de vigilancia, control de zoonosis y protección animal – Coso Municipal. Con estas herramientas, se realizó un estudio técnico que determinó las condiciones mínimas con las que debía cumplir el centro para su normal funcionamiento.
En el año 2012 el proyecto queda nuevamente incluido en el Plan de Desarrollo, pero esta vez con recursos para la compra del terreno. Se analizan 12 lotes propuestos para este fin, pero de nuevo cada uno tenía su propio problema que impedía que fuera factible en un cien por ciento. Sin embargo, un terreno ubicado en la comuna 19 sí cumplía con la normatividad.
Entre los años 2014 y 2016, la Secretaría de Salud realizó diversas actividades tendientes, no sólo a cumplir el fallo judicial, sino a responder a una necesidad sentida de la ciudad para privilegiar la salud de los seres humanos frente a posibles brotes de enfermedades animales.
Se consiguieron todos los permisos necesarios, se sustentó el proyecto ante el Concejo Municipal que otorgó las facultades para la compra del lote, propiedad de la Universidad del Valle por un valor cercano a los 775 millones de pesos.
El proyecto está contemplado en el Plan de Desarrollo aprobado por el Concejo Municipal y el Plan de Ordenamiento Territorial autoriza el uso para el cual será desarrollado y que está ordenado en la Ley 769 de 2002.
Teléfono: (572) 5195100
Dirección: Calle 4B # 36-00
Secretaría de Salud Pública Municipal de Cali.