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Como un hecho desafortunado y accidental calificó el secretario de Salud Pública, Diego Germán Calero Llanes, el deceso de Paola Salazar, una joven jinete que participó en la cabalgata de la Feria de Cali.

El titular de la Salud de Cali manifestó que después de una serie de reuniones se logró reseñar sobre el accidente que la jinete, entre las 8:00 y las 8:10 de la noche, - después de culminar la cabalgata -, se devuelve del sitio del embarcadero y más o menos a unos 200 metros, el caballo se para y la tumba.

Agregó que no hay evidencia de que se haya disparado un flash contra el animal o le hayan arrojado espuma, lo que refieren los testigos es que el equino seguramente resbala, ella lo manipula y se precipita al suelo y el semoviente luego cae sobre ella.

El galeno también indica que la señora Salazar recibe asistencia médica por parte de personal de la Cruz Roja en forma oportuna en el sitio. Anotó que la joven mujer registró un trauma craneoencefálico severo, siendo trasladada dentro de todos los términos planteados por la ciencia, a la clínica Valle del Lili.

Calero Llanes continuó diciendo: “En los siguientes 7 minutos es atendida por profesionales expertos, es colocada con ventilación asistida, luego el personal asistencial se da cuenta que tiene cambios compatibles con muerte cerebral, se le hacen los exámenes de rigor, entre ellos uno avanzado de cerebro que muestra un gran hematoma fronto temporal, que explica el edema y la pérdida de sus funciones vitales como la respiratoria.

Una vez se hace toda la atención del caso y se mantiene bajo ventilación asistida y cuando se confirma la muerte cerebral, se le da informe a los familiares, quienes han estado pendientes del proceso de atención y finalmente la paciente fallece en un paro cardiorespiratorio.

El Secretario de Salud Pública de Cali enfatizó que la atención desde el momento mismo del accidente, hasta el desenlace final fue totalmente adecuada, no hay ningún problema en el manejo adelantado por el personal de la Cruz Roja ni por los facultativos de la clínica Valle del Lili.

Gustavo Sánchez