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Con la lectura del primer capítulo de la novela la María, el alcalde de Santiago de Cali, Rodrigo Guerrero Velasco, acompañó al presidente del Concejo, José Fernando Gil, durante los actos de clausura de la campaña cívica ‘Yo Cuido Mi Ciudad’.
Durante el acto protocolario llevado a cabo al lado del monumento a Jorge Isaacs, contiguo al cabildo local, el jefe del Gobierno Municipal acogió con beneplácito la invitación del titular de la corporación por el mejoramiento del entorno del principal edificio administrativo de la ciudad.
Reconoció que la iniciativa del Concejo de rescatar el monumento al ilustre escritor vallecaucano y sus alrededores, el cual según él “estaba perdido tanto física como sicológicamente en la mente de los colombianos, caleños y vallecaucanos, es una formidable oportunidad para querer más a la ciudad y sentirla más propia”.
A su turno, José Fernando Gil dijo que para una ciudad tan importante como Cali es de gran importancia que sus ciudadanos respeten sus vías, sus fachadas, sus monumentos.
Agregó que el ejemplo y compromiso deben empezar desde sus edificios públicos, los cuales deben permanecer limpios, como una taza de plata, de ahí que se haya asumido la iniciativa de limpiar no solo la estatua, sino la plazoleta y recuperar con el apoyo de la empresa privada estos lugares que le pertenecen a todos.
Por identidad, caleños y vallecaucanos deben leer a María
Rodrigo Guerrero Velasco instó a todos los nacidos en esta tierra a leer esta obra cumbre, reconocida por el mismo Gabriel García Márquez como la mejor novela escrita en la literatura latinoamericana.
“Creo que es importante recuperar este monumento, lo mismo que el espíritu, pues considero que nadie debe preciarse de ser vallecaucano o asentarse en estas fértiles tierras, sin haber leído María, porque es parte de nuestra identidad cultural”, concluyó el Alcalde de Cali.
Finalmente, y como una oportunidad de reconocimiento de la idílica obra, el acto protocolario de recuperación del monumento, construido en 1920, cerró con la presentación de los bailarines de Incolballet, quienes recrearon para los presentes y transeúntes el amor truncado y eterno de Efraín y María.
Gustavo Sánchez