
Empresarios y emprendedores coinciden que en Colombia siempre se habló de paz, perdón y reconciliación, pero nunca se había estado en este escenario de posconflicto, por eso es necesario conocer las realidades de los actores principales, víctimas y victimarios, para potencializar sus capacidades y que se traduzcan en desarrollo.
Así lo hizo Jorge Ballen Franco, fundador y presidente de Panaca en el Quindío, dice que el parque por estar ubicado en zona rural, fue afectado por el conflicto armado, por eso desde el año 2012 comenzó a implementar un modelo de desarrollo basado en la educación, “es un proyecto formador de entornos controlados en el que hay un mejoramiento integral de las capacidades productivas de la población rural, los actores salen líderes, resilientes y emprendedores prósperos, el programa dura 77 días dependiendo de la necesidad”, Ballen hoy está compartiendo su experiencia en la Macrorrueda y el mensaje que le da a los empresarios es que cuando se hace bien la tarea, los números llegan después.
A la Macrorrueda también llegó con mucha expectativa Francisco Ramírez, el representante de 200 productores de leche de la vereda El Placer en Buga, dice que la iniciativa vincula población vulnerable y que están en la búsqueda de apoyo para el fortalecimiento de la cadena productiva, “queremos construir un centro lechero, que vale alrededor de 1000 millones de pesos, pero ya contamos con 250”. Ramírez ya tiene citas con empresarios y espera que se concrete el apoyo para impulsar esta iniciativa y ampliar sus fronteras.
Del Cauca, uno de los departamentos más golpeados por la violencia llegó, Jamil Campo Guachetá, representante de una iniciativa de comercialización de frutas y hortalizas en Popayán, agremia 27 familias, víctimas y victimarios, hoy necesitan un centro de acopio para transformar el producto y darle valor agregado, “estamos trabajando desde el año 2008, contamos con cuarto frío pero queremos organizarnos mejor”, las expectativas de estos agricultores están en las entrevistas que tendrán con inversionistas holandeses.
Elizabeth Vernaza