A las 5:20 de la tarde aterrizó el avión que traía a los medallistas olímpicos Oscar Figueroa y Yury Alvear. Los mismos que hicieron vibrar a toda Colombia, cuando la vallecaucana luego de una llave certera, pasó a semifinal tras vencer a la española María Bernabéu. El 10 de agosto, el oro se le escapó frente a la japonesa Haruka Tachimoto, pero su esfuerzo, compromiso y dedicación, le aseguraron la medalla de plata en la categoría de los 70 kg en judo.
Pesas por su parte, se engalanó de oro con los últimos 176 kilogramos, levantados por Oscar Figueroa en la modalidad de envión, su especialidad. Las aspiraciones de su contendor más fuerte, el deportista indonesio Eko Yuli Irawan, se esfumaron al apuntarle a levantar 179 kilogramos que se quedaron a mitad de camino y dejaron a Figueroa como campeón absoluto.
Alvear y el pesista llegaron juntos a Cali en el mismo vuelo, procedente de Bogotá. El avión fue literalmente bautizado con dos chorros de agua que máquinas de bomberos apostadas a lado y lado de la pista, derramaron sobre la aeronave. Los 45 minutos de vuelo entre la capital y Cali, fueron llenos aplausos, agradecimientos, vivas y flashes de cámaras. El escenario en el muelle principal ya en la Sultana del Valle, no fue diferente. Todos querían una foto de los medallistas. Los gritos de “Viva Colombia” y “bravo campeones”, se confundían entre el estrujamiento que se vivió por lograr capturarlos con sus celulares.
Afuera, en las escaleras que condujo a los medallistas a la rueda de prensa, sus familiares aguardaban. En medio de la multitud, la madre de Yury se abrió paso y la abrazó. Entre lágrimas, lograron llegar empujadas por el río de personas, al lugar de reunión con los medios.
Yury reconoció que estos nuevos logros en los Olímpicos, abrirán paso a los deportistas que vienen detrás. Aclaró que su entrenador Japonés Noriyuki Ayakawa no piensa irse de Colombia. “Él me ha ratificado que soy su mejor estudiante y que está feliz de estar en Cali; no tiene intención de irse a ningún país y si lo hace sería a Japón, pero no creo”, afirmó graciosamente la medallista.
Figueroa, más discreto pero enfático, recordó a los medios todos sus logros y agradeció al Alcalde Armitage que sus solicitudes hubieran sido escuchadas a través de la gestión de la Secretaría del Deporte y Recreación Municipal. El atleta hacía mención a la reestructuración del gimnasio de pesas que actualmente utiliza la liga de esta disciplina. “Allí se hizo una inversión de 800 millones de pesos y ahora de manera conjunta, entregaremos unos recursos adicionales con la Gobernación del Valle para recuperar un gimnasio que ocupa la Federación”, declaró Silvio López Ferro, Secretario de Deporte de Cali.
El Alcalde Armitage reconoció a los atletas su incansable labor, “no es un secreto para nadie que a los deportistas en este país, les ha tocado muy duro para poder sobresalir… ustedes son un gran ejemplo para la juventud de Cali y es nuestro deber buscar la manera de apoyarlos mejor. En Colombia todo está politizado, incluso el deporte y eso hay que cambiarlo”, afirmó el dirigente municipal.
Al finalizar la rueda de prensa, ambos medallistas fueron transportados por una máquina de bomberos en una caravana que atravesó a Cali y que finalizó en Jamundí, hogar de la Judoka Alvear.
Juliana Rosero Berrío.
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