
Aunque la medallas aún no muestran el fruto del esfuerzo del grupo de atletas de Colombia que ya compitieron en el Mundial de Atletismo de Menores en Cali, ellos consideran que esta experiencia es absolutamente enriquecedora y solo deja ganancias.
De los 43 atletas que conforman el equipo colombiano, una decena ha quedado por fuera de las competencias por no haber clasificado en las pruebas.
“Perder es ganar un poco”, frase de un entrenador de fútbol sigue haciendo carrera cuando de triunfos espirituales se trata.
Francisco Javier Albarracín, quien compitió en los 3000 m planos, se va del evento sin lograr sus sueños, pero con “un futuro por delante. Terminé la prueba que es lo más importante y adquirí mucha enseñanza. Espero hacer presencia en el próximo mundial”, afirmó entristecido una vez terminó el clasificatorio.
Valoró como pocos haber asistido a un mundial. “Dios me tendrá mejores cosas y en Rusia, ya con lo que uno le ve a estos competidores, las cosas serán mejor. Me da mucho pesar que este escenario tan bello no me haya servido de marco para una marca, así hubiera sido personal”, añadió.
Otra colombiana, que tampoco saboreó las mieles del éxito fue Guisett Brixvanny Ortiz Ramírez, oriunda del Meta. Su disciplina, la jabalina, no es de las más populares en el atletismo pero ella la considera la reina.
“Nos falta más apoyo. Es cierto que requerimos más entreno y con mayor fuerza porque las competidoras tienen un nivel muy alto. Este mundial ha estado muy fuerte”, resumió la colombiana mientras que destacaba el trabajo de las alemanas. “Hay que aprenderles mucho, son serias y se ve que se preparan muy bien” agregó.
Para esta competidora, la exigencia del mismo no permite compartir con las demás delegaciones, pero se percibe una satisfacción total por los componentes técnicos de las competencias.
“El campo es muy bueno, aunque el viento de la ciudad en horas de la tarde no favorece competencias como las nuestras, pero es bueno que destaquemos todo lo que tiene el Estadio: la forma de la pista, el pasto. Es el que más me ha gustado del país”, afirmó.
Para ella y tomando la vocería de sus 43 compañeros, Cali aporta mucha cultura y en el lobby del hotel donde se hospedan han podido ver bailar. “Cali siento que tiene los mejores escenarios y su baile es pegasoso”, resumió.
Anna María Castro Casas, Comunicaciones Alcaldía de Cali