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La noche se está despertando y Cali la vive sanamente

La noche se está despertando y Cali la vive sanamente

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La noche en Cali no puede andar en tinieblas. Eso es algo claro que tiene la Administración Armitage y fue uno de los motivos por los que en inicios de su mandato amplió el horario de la rumba en Cali, dándole confianza a los empresarios de la noche, ejerciendo controles con las autoridades y promoviendo el empleo en torno a las actividades nocturnas.

Y ha dado resultados. Hoy en día, el Parque del Perro es otra cosa. Impera el orden, la bulla no se oye, los olores no se siente; los motociclistas odiados, los marihuaneros y los vendedores de droga que se pavoneaban por el parque desaparecieron y la sensación de seguridad hace que clientes y proveedores disfruten a sus anchas, pues la presencia permanente de la Policía, el Dagma, la Secretaría de Gobierno y el Tránsito, hicieron el milagro. 

Ello ha redundado en más clientes y por tanto, más empleos nuevos. Así lo confirman Carlos Alberto Andrade, administrador de Hamburguesas El Corral; Zully Ordóñez de Primos y César Augusto Muñoz, administrador del Bar Deja Vú, quienes no solo han tenido que aumentar el personal de planta para dar abasto a los nuevos clientes, sino que son testigos de cómo la calma y la seguridad retornaron al sector en los últimos meses.

Pero quizá el más feliz con las medidas de control implementadas por la Alcaldía, es Abelardo Payán Valencia, un espigado morocho que hace cuatro años cuida carros en la calle.

“Hasta el año pasado tenía que estar a cuatro ojos con los ladrones y los viciosos, pero desde que comenzaron a aplicar mano dura todo cambió para bien. Los policías están aquí desde temprano hasta la madrugada, los guardas de tránsito hacen rondas y los del chaleco verde entran a los locales a inspeccionar. El delincuente no es bobo y cuando ve que hay autoridad… se pierde de aquí. Eso es lo que ha pasado en el Parque del Perro”, asegura Abelardo, quien antes se hacía en un día hasta 40 mil pesos, pero ahora la cifra le raya en los 100 mil, para sostener a su esposa y sus dos hijos con los que vive en Villa del Lago.

Los clientes también lo notan. Alejandro López, Danny Córdoba y Maritza Gómez, son solo tres de los cientos de personas que frecuentan la zona. Y aunque estaban en sitios y mesas diferentes, coincidieron en que van allí porque la gente es selecta, se ve autoridad, no hay peleas, pueden hablar porque la música es suave y es raro ver un indigente pidiendo.

Este fenómeno no se da solo allí. Aldemar “coco” Ramírez, es el administrador de Salsa Night Club, en la Avenida Roosevelt. Sin pensarlo dos veces, asegura que gracias a los operativos de la Alcaldía la discoteca repuntó.

Lo más notorio es la generación de empleo: “Está viniendo tanta gente, que tuvimos que abrir los jueves, cosa que era impensable antes. Y lo hicimos con toda, pues implementamos los jueves dando trabajo a los artistas. Para este 30 de junio contratamos a Lalo Rodríguez. Tenía 7 hombres en seguridad y pasé a 10; de 6 meseros, aumenté a 10; afuera llegaron 2 personas a cuidar carros y de un solo vendedor de dulces y cigarrillos, se pasó a cinco contando con dos señoras cabeza de familia que venden comidas rápidas. Además contamos con cuatro conductores elegidos y 16 taxistas, los cuales tienen su hoja de vida registrada en la discoteca. Y todo desde que el Alcalde Armitage amplió el horario de la rumba.

Lo anterior indica que los caleños, tanto comerciantes como clientes, están tomando conciencia de la importancia de la noche. La noche no es solo rumba, ni sexo. Es afianzar amistades, compartir en familia, relajarse después de una jornada laboral y generar nuevos empleos en una ciudad que crece.

Y es gracias a las acciones emprendidas por la Oficina Asesora para la Noche, la Secretaría de Gobierno, el Dagma y la Secretaría de Tránsito, que los comerciantes han empezado a comprender que colocar música a bajo volumen es ideal para que no se pierda el diálogo que viene siendo desplazado por el chat, el whatsapp y el facebook, para que la gente mire más la cara que la pantalla y no haya que reemplazar las caricias por los memes.   

Alejandro Vásquez Zawadsky, Asesor de la Alcaldía de Cali para las actividades nocturnas, es un abanderado y defensor del tema. Cuenta con el apoyo y el respaldo del alcalde Maurice Armitage, quien le dio el primer espaldarazo con la ampliación de los horarios de la noche los jueves viernes, sábado y domingo para incentivar la oferta social, cultural y deportiva.

Ello acompañado de seguimientos de las autoridades en sitios de diversión para acabar los impactos de ruido, las ventas de alucinógenos, el caos en el parqueo vehicular para brindarle tranquilidad al vecindario que se encuentra en sus casas, para que pueda descansar y darles nuevos espacios a los turistas nacionales y extranjeros, cuya presencia en la ciudad ha crecido en un 10%.

“Entramos en una nueva etapa: la de Cultura Ciudadana. Afortunadamente ya se ve más conciencia en los negocios y en los parques. Se nota respeto. Se respira otro ambiente. Es un proceso. No desconocemos que hay problemas de seguridad y de ruido, pero se viene trabajando en eso. Hay que copar los espacios públicos de la noche como los parques, para alejar al delincuente y que el ciudadano de bien se apropie de ellos”, manifestó Vásquez Zawadsky.

Para el noctámbulo Heinar Saldaña, salir de noche tiene sus ventajas: el clima es más fresco, el cambio visual es notorio, se descansa de la jornada laboral, el ambiente es romántico y las vías están despejadas; aunque reconoce que hay que estar bien despierto porque los jíbaros, ladrones, trabajadoras sexuales y gomelos que se parquean con los vehículos a colocar música estridente, se tiran todo.

Saldaña es partidario de que la actividad nocturna de Cali se haga de manera segura y responsable, ya que es un compromiso de todos.

“Pero la policía y los guardas de tránsito también tienen que cambiar el chip. Muchos todavía tienen la idea que salir a patrullar de noche es sinónimo de ají, de allí que las personas piensen que cuando un agente ingresa a un establecimiento es que va por la liga, a ver qué le dan de comer o de beber o a esculcar la autenticidad de los licores para sacar una tajada más grande. Faltan retenes, pero que no se peguen de pendejadas, sino que la multa o la inmovilización sean por algo que de verdad lo amerite, que hagan más recomendaciones que sanciones para que la gente no piense que el retén lo hicieron para cumplir con la cuota de comparendos”, dice de manera tajante

El Asesor de la Alcaldía para la actividad nocturna dice que para evitar todo eso, se bien trabajando, pues la idea es que se reactive el comercio, que el turista se sienta a gusto, que la familia vuelva a compartir, que los amigos se reencuentren, que el comercio informal se organice hasta convertirse en empresa y que en Cali se aprovechen todas las ofertas que hagan prosperar a la Sucursal del Cielo… del Cielo estrellado.

William López Arango

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Fecha de publicación: 06/06/2016
Última modificación: 06/06/2016

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