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Compańeros le dan un sentido adiós a Nelson Garcés Vernaza

Compańeros le dan un sentido adiós a Nelson Garcés Vernaza

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Funeral Nelson Garcés Vernaza

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En el mismo escenario donde muchas veces libró debates que buscaban un mejor destino para su entrañable ciudad, compañeros y amigos del líder cívico Nelson Garcés Vernaza le prodigaron el adiós final este 10 de diciembre, en medio del dolor que causó su pérdida.

El hemiciclo del Concejo Municipal, donde la mañana de este miércoles reposaba en cámara ardiente su cuerpo, fue testigo de la despedida que la ciudad le dio a quien fuera empresario, político, dirigente, pero ante todo un ser humano al servicio de sus conciudadanos.

El secretario General de la Alcaldía de Cali, Javier Mauricio Pachón Arenales, en nombre de sus compañeros de gabinete y del resto de funcionarios, pronunció las siguientes palabras de despedida.
 

“A NELSON GARCÉS VERNAZA:

En esta difícil circunstancia, me ha correspondido en nombre de la Administración Municipal, y abrogándome la representación de los caleños y vallecaucanos, expresar los sentimientos de tristeza y de dolor que nos embargan por la partida de nuestro líder, compañero y amigo, Nelson Garcés Vernaza.

Ahora que nos deja, revivimos los sentimientos de admiración y aprecio que cosechó producto de una vida sin par al servicio de la ciudad y el departamento que lo vieron nacer hace 73 años.

Su don de gente, la pasión con que se entregaba a las tareas que emprendía, su mente visionaria, su liderazgo y su compromiso social se ven reflejados en las diferentes expresiones de quienes lo conocieron, de quienes estuvieron a su lado, de quienes siempre recibieron un consejo justo y acertado, de quienes recibieron su afecto y de quienes se vieron beneficiados por su obra social.

Recojo algunas de esas manifestaciones:

Era un ser humano digno de admirar y de seguir como ejemplo.
Dedicó toda su vida al bienestar de los vallecaucanos y en especial al de los caleños.
Firme en sus apreciaciones, pero de muy buen sentido
del humor.
Es una pérdida muy grande para la ciudad, pues no solo se distinguió en su trabajo empresarial sino en su quehacer político.
Un líder nato.
Un profesional que nos compartía sus visiones del desarrollo de ciudad, basado en su vasta experiencia en el campo público y privado.
Una persona vertical en sus apreciaciones, se hacía ver rudo, pero era afable y muy cariñoso.
Coherente en sus principios, pero no conocía grises.
Un gran ejemplo para las nuevas generaciones que trabajan por la ciudad.
Tenía siempre un consejo válido.

Y así como estos, en el corazón de cada caleño debe haber un gesto de reconocimiento a un hombre que entregó toda su vida por esta comarca.

Bien lo resumió nuestro alcalde Rodrigo Guerrero Velasco cuando dio a conocer la infausta noticia al país: “Mi compañero del alma, acaba de fallecer. Qué pérdida tan grande para Cali”.

No fue gratuito el título de ‘Almirante’ que se granjeó por su condición innata de líder, en los ámbitos empresarial, político, deportivo y social.

Desde el sector empresarial catapultó a Comfandi, una de las empresas más queridas por los vallecaucanos. Sin duda desde esa posición su mayor legado fue un trabajo social sin par. Fue pionero de la vivienda social. Miles de viviendas construidas así como fabulosos espacios para la salud y la recreación de la clase trabajadora y sus familias, es la síntesis de su extraordinaria realización social.

Fue un hombre que entendió que desde la política, la buena política, se podía incidir en el desarrollo de un pueblo, por eso desde muy joven, por allá en 1966 empezó una vida de servicio a lo público como secretario General y de Gobierno de la Alcaldía de Cali.

Cuando ya estaba en una posición cómoda, luego de conducir a Comfandi, atendió de nuevo el llamado de la política, aunque desde una orilla cívica, que fue en realidad la fuerza que lo impulsó a lo largo de su vida.

Lo hizo en calidad de ‘prestado’, como él mismo alguna vez se definiera cuando integró uno de los movimientos que le dieron a Cali la fama de cívica. El Movimiento Cívico, en compañía de José Pardo LLada.

Esa misma ‘vena’ fue la que lo volvió a ‘picar’ cuando le llegó su retiro empresarial y no se apoltronó a disfrutarlo. Por el contrario, se empeñó en devolverle a Cali y el Valle del Cauca ese lustre y por eso se empecinó en rescatar una de las entidades que otrora brilló con luz propia: la Unidad de Acción Vallecaucana. Y lo logró, porque la encaminó a su posición inicial de liderazgo.

Su última cruzada la emprendió cuando decidió presentarse como candidato al Concejo de la ciudad y es menester recordar su slogan de Campaña “Seguiré trabajando por Cali” y así lo hizo hasta los últimos días.

Desde el cabildo le entregó la posta a su gran amigo, pero también copartidario, aliado de causas, Rodrigo Guerrero, porque era un convencido de que él era la mejor opción para la ciudad. Y se convirtió en el ‘cerebro’ que hizo posible que llegara por segunda vez al primer cargo del Municipio, arrebatando así la posibilidad a quienes querían seguir esquilmando la ciudad.

Fue desde este mismo papel, como asesor, que terminó su vida, prodigando consejos y enseñanzas.

A su señora madre, su esposa, sus hijas, nietos, hermano y demás familiares, sean depositarios de los sentimientos de aprecio y admiración por ese ser maravilloso que lo dio todo por su comarca.

Gracias Admirable Almirante”.


Comunicaciones, Alcaldía de Cali


 

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Fecha de publicación: 10/12/2014
Última modificación: 10/12/2014

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