
La Feria de Cali en su versión número 56 exalta una vez más por qué es la capital de la salsa y el ambiente festivo de sus habitantes, que si bien todo el año lo demuestran, en diciembre incrementan el uso de bafles en cada esquina además de que las presentaciones artísticas son el plato fuerte de cada día.
Sin embargo, la fiesta salsera altera la tranquilidad en aspectos como los niveles de ruido permitidos y los operativos de control se incrementan, como lo expresa la directora del Departamento Administrativo de Gestión de Medio Ambiente, Dagma, Martha Cecilia Landazábal.
“Apoyamos los eventos de nuestra ciudad y las actividades para el esparcimiento sin desatender las necesidades ambientales. No estamos en contra de la Feria, queremos que los espectáculos sean más responsables con nuestro entorno por la tranquilidad de sus habitantes. Se trata de gozar la Feria con responsabilidad en temas de impacto, como el ruido”, afirma la funcionaria.
La Directora también argumenta que “antes de la temporada decembrina la autoridad ambiental llegó a 645 operativos de monitoreo y para la Feria el control se realizó además de los establecimientos comerciales, a los eventos públicos que hasta las 9:00 p.m. pueden alcanzar los 80 decibeles (db) y luego de esa hora, es decir, 9:01 p.m. los niveles permitidos son 75 db”.
El evento que mejor comportamiento demostró por cumplir siempre los niveles permitidos fue Delirio, realizado en el Parque del Amor.
Otras medidas que se impusieron consistentes en la suspensión del uso de equipos de amplificación fue a una empresa de licor que instaló un camión, mesas y sillas blandas en el Parque del barrio El Caney, localizado en la Carrera 85E con Calle 43.
Dicho evento tampoco contó con los permisos de la Secretaria de Gobierno.
“El Dagma informó a la Subsecretaria de Convivencia y Seguridad Ciudadana, que indicó que retirarían todo el mobiliario del espacio público”, resalta la ingeniera forestal, Martha Landazábal.
Más gestión
También se impuso medida preventiva en la Unidad Recreativa Rincón de Pacará, ubicada en la Avenida 2G con 58, en el Barrio Los Álamos, por superar los niveles de ruido permitidos para el sector, que son de 55 db en la noche y registraron 65.2 db.
Se suspendió la presentación en vivo en la terraza de un hotel en el sur de la ciudad* y al propietario del Bar- Restaurante de enseguida se le requirió retirar los bafles que se encontraban en espacio público.
Se suspendieron las actividades con equipos de amplificación desarrolladas por una empresa interior de un parqueadero de un almacén de cadena. Hecho que le impide, por ejemplo, la presentación artística programada para este lunes 30 de diciembre.
*Por cuestiones jurídicas no se puede dar el nombre de los establecimientos hasta que no surta el debido proceso.
Otros eventos monitoreados fueron las actividades realizadas en los Almacenes la 14 Valle del Lili, Pasoancho con Carrera 80, El Limonar; conciertos Inaugural de la Feria, Blanco ILV y Orgullo Caleño Póker, efectuados en las Canchas Panamericanas de Futbol; la Feria Póker, en el Club San Fernando; Encuentro de Melómanos y Coleccionistas, en las Canchas Panamericanas; Superconcierto, en el Estadio Pascual Guerrero, además de los tsunamis vallenato y de la salsa, realizados en el Diamante de Béisbol.
// Ximena Cabrera Minotta
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Comunicaciones Dagma