Construido en el año de 1996 por el escultor cartagenero Héctor Lombana Piñeres, siendo alcalde de la ciudad el Doctor Mauricio Guzmán Cuevas, con el único motivo de celebrarse el 31 de octubre día de los niños, se pensó en rendirse los homenajes construyéndose un monumento que consta de 4 niños una sombrilla y dos tortugas, hecho en cuarzo y pizarra representando la infancia y adolescencia del niño en su momento de desarrollo.