Los caleños que no asistieron a la Plaza de Toros de Cañaveralejo la noche del sábado a gozarse el XI Festival Mundial de Salsa 2016… no saben de lo que se perdieron.
Fue una noche mágica. Los concursantes que se presentaron en las categorías Pareja On 1 élite, parejas On 1 profesional, parejas Cabaret profesional, parejas estilo Caleño profesional y grupos Cabaret profesional, fueron de una calidad tan impresionante, que el jurado calificador evaluó una, dos y hasta tres veces su fallo.
“Esto está durísimo… Tenaz dejar por fuera a estos… Qué calidad la de estos chicos. Y muchas expresiones más, se escuchaban al momento de deliberar.
Entre tanto, el gran paquete de público que abarrotó los tendidos de Cañaveralejo disfrutaba de los pasos, las cargadas, las vueltas, revueltas y figuras de los concursantes.
Cuando concluyó la presentación de las cinco categorías en escena, el turno les llegó a los bailarines de la Vieja Guardia, quienes esperaban con ansia poder mostrar cómo fue que ellos abrieron el camino de la rumba para que hoy el Festival de Salsa de Cali llegara donde está.
Guaracho, Maravilla, Vintimillas, Los Mellizos y una docena más de dignos representantes del baile de los años 60, mostraron en escena que la calidad de aquel entonces permanece viva. Los aplausos fueron estruendosos, las lágrimas brotaban de algunos espectadores y hasta el legendario Resortes, Carlitos Paz, se animó para mostrar en tarima el paso “picaíto” que lo caracteriza.
La secretaria de Cultura y Turismo de Cali, Luz Adriana Betancourth Lorza, en un gesto de reconocimiento y valorando el trabajo de estos artistas a lo largo de cinco décadas, a través de un pergamino acreditativo exaltó uno a uno a los artífices de la salsa en Cali.
Y cuando el público asistente creía que estaba en la cúspide de la emoción, surgió de la nada un armonioso vibrar de cuerdas. Se oía pero no se veía. Los músicos de la orquesta Cali Charanga estaban quietos. La Consola seguía en off. El público estaba desconcertado.
De repente, en la puerta de los sustos se levantó una tela negra y apareció caminando por el redondel del coso de Cañaveralejo la cubanísima figura de Alfredito De la Fe con su violín ajustado entre la cara y el hombro, abriéndose paso entre los asistentes. No lo podían creer. No sabían si hacerle calle de honor al artista, abrazarlo, pedirle un autógrafo, tomarse una selfie… Sencillamente, las notas de “Somos los reyes del mundo” que emanaban de su violín, habían desconcertado a Cali.
Su paseíllo terminó en tarima, donde los bailarines de la Vieja Guardia lo esperaban para compartir su alegría. Los concursantes de Cuba que llegaron a bailar a Cali, también saltaron al ruedo. Y en un abrazo fraternal y salsero, cubanos y colombianos le mostraron al mundo por qué Cali es la capital mundial de la salsa.
La secretaria de Cultura y Turismo, Luz Adriana Betancourth, se tomaba la cara con las dos manos. No podía creer lo que veían sus ojos. Sólo decía: “Los que no vinieron, no saben lo que se perdieron”.
Entre el extasiado público, dos figuras de la política nacional no podían cerrar la boca. Estaban absortos, asombrados, en shock. La ex Fiscal General de la Nación, Vivian Morales, golpeaba una mano contra otra diciendo: “Cómo no vine antes a esto. ¡Dios mío! Es la primera vez que vengo a un mundial de Salsa en Cali, pero a partir de ahora me agendo y no me los voy a perder”.
A su esposo, Carlos Alonso Lucio, le rodaban lágrimas de emoción. “Estoy erizado, me transporté a mi época de muchacho cuando estaba aquí en Cali, mi tierra natal, bailando en Escalinata, Schira y Honka Monka. Me sentía en tarima con los de la Vieja Guardia… Gracias Cali, esa sos vos Cali… alegría, rumba, sabor. Cali, sos más que la Sucursal del Cielo”, decía con los ojos humedecidos y las palmas rojas de aplaudir.
Jeremy, Ann Mariette, Becky, Ronald y Joseph, con un español arrastrado daban a entender que estaban felices. “Very bueno…full, full” decían los turistas estadounidenses. Estaban contagiados de la alegría de Francy, la caleña que en honor a su nombre se radicó en París (Francia) y creó en Europa una escuela con el nombre de Cali Salsa, la cual está en plena competencia en este mundial. Francy, en tres días de competencia, ha llorado de emoción 500 veces. “Si me miran… lloro. Si me felicitan… lloro. Si gano… lloro. Si pierdo… lloro. No sé de dónde voy a sacar más lágrimas cuando me tenga que despedir de Cali”, dijo emocionada. Y se agarró a berriar.
La noche del sábado en la Plaza de Toros de Cañaveralejo, durante las eliminatorias del XI Festival Mundial de Salsa Cali 2016, fue sencillamente espectacular. Por eso ahora los caleños se preguntan: ¿Cómo irá a ser este domingo 18 de septiembre en el coso taurino, cuando se cumpla la Gran Final con Adalberto Santiago en tarima, tal como lo hacía con la Fania All Stars? ¡No se lo imagine… vaya! Las puertas están abiertas desde las 9:00 de la mañana.
William López Arango